Queremos comentar este libro y unas cuantas ideas extraídas de Cerebro, infancia y juego, de María Couso, conocida en redes sociales como Playfunlearning.
Tabla de contenidos
Juego y desarrollo neurológico
Destaca la idea fundamental del beneficio del juego en el desarrollo neurológico, jugar y jugar como motor del desarrollo del cerebro.
El punto de partida sobre el que nos construimos presenta una base genética, pero el ambiente que nos rodea es fundamental para nuestro desarrollo personal. La interacción genética-ambiente está presente en toda nuestra vida.
Centrándonos en las diferentes partes que conforman el cerebro, destacar la importancia de la corteza prefrontal y de la corteza motora.
La corteza prefrontal nos permite mantener la atención en una tarea, solucionar problemas a los que no nos habíamos enfrentado antes o pensar antes de actuar. Todas estas acciones reciben el nombre de funciones ejecutivas. Lo más curioso de estas funciones es que no se aprenden, si no que evolucionan en el cerebro de forma innata y pueden tardar alrededor de 25 años en completarse. Aun así, desde la primera infancia ya se activan con un menor impacto en nuestra conducta racional.
La corteza motora es la encargada de planificar y ejecutar los movimientos, niños de aproximadamente dos años de edad, en relación a su tamaño y peso, la poseen muy desarrollada.
Es por eso que, cuando hemos querido sentar a nuestros hijos en la trona y que se mantuviesen quietos, hemos notado el arqueo de su espalda y sentido que “tenía más fuerza” que nosotros. Pero esto no se mantiene así siempre, si no que a medida que pasan los años, esta se va equiparando con el desarrollo de cada persona.
Juego y aprendizaje
Cuando decimos que los niños son “esponjas” y que todo lo que ven lo repiten, debemos tener presente que entran en juego las modalidades sensoriales (vista, oído, olfato, gusto y tacto). Existía la creencia de que cada alumno aprendía mejor dependiendo de su modalidad sensorial dominante, por ejemplo, que algunos retenían mejor la información a través de una imagen o vídeo (modalidad visual) y otros escuchando un podcast (modalidad auditiva), pero la realidad es que no se ha encontrado evidencia empírica para avalar esta teoría. Sin embargo, se ha investigado que la activación del máximo número de modalidades sensoriales para adquirir un aprendizaje determinará la calidad de ese aprendizaje.
En lo relativo al aprendizaje y a la elección de los juegos, es importante destacar dos tipos de motivaciones por las que nos guiamos para adquirir el primero y para elegir los segundos:
- Un tipo de motivación sería la externa, que hace referencia a la presencia de refuerzos positivos o a la retirada de estímulos aversivos
- El otro tipo sería la interna, la cual nace de nosotros, de la curiosidad.
- Estas dos motivaciones nos mueven a la realización de diferentes tareas, pero, la motivación externa implica que cuando retiramos el refuerzo que habíamos aplicado, es muy probable que la conducta deseada se extinga. Mientras que, con la motivación interna, la persona suele esforzarse más para conseguir su objetivo.
- De este modo, es necesario fomentar la motivación interna dejando a los niños elegir: un juego, una meta… y así el interés nacerá solo.
Cerebro, infancia y juego
Cuando un niño/a está jugando, es importante dejar que lo haga con libertad. De modo que pueda jugar tanto siguiendo las instrucciones como dejar que creen su propio juego, inventándose sus propias reglas y dejando volar su imaginación.
Con este libro entretenido y útil leerás sobre:
- el cerebro y su funcionamiento,
- juego y motivación
- juegos de mesa
- emoción y aprendizaje
- atención y memoria
- familia y juego, apego y vinculación
- es un libro alentador para las familias
Jugar no es para niños, jugar es para todos, tengas la edad que tengas, juega.
Seguiremos sugiriendo lecturas que nos ayuden en el bienestar psicológico…. Mientras tanto puedes contactar con nuestro Centro Más Psicología si tienes alguna sugerencia.
