DISLEXIA

DISLEXIA

En este articulo escrito por Patricia revuelta, @edpsi.psicoeducativa, nos explica que es la dislexia, cómo identificarla y los mitos entorno a ella.

¿Qué es dislexia?

    ¿Invierte letras? ¿Se esfuerza poco? ¿Es tonto? ¿Afecta solo a la lectura? ¿Aprenderá a leer? ¿Se cura?

    Estas preguntas suelen surgir cuando hablamos de dislexia, pero ¿realmente sabemos qué es?

    La Dislexia, es un trastorno del neurodesarrollo que se clasifica dentro de los Trastornos de Específicos de Aprendizaje.

    Se trata de una dificultad específica y permanente para adquirir y desarrollar la lectura y escritura, que no se explica por problemas cognitivos, lingüísticos, motrices, perceptivos, emocionales o ambientales.

    Las personas con dislexia no dominan la lectoescritura de manera normativa, pero esto no significa que no puedan aprender o progresar.  

    Este tipo de dislexia se conoce como dislexia evolutiva o del desarrollo, ya que se manifiesta desde los primeros años del aprendizaje y está presente a lo largo de la vida.

    Sin embargo, existe otro tipo llamado dislexia adquirida o alexia, que ocurre tras sufrir un daño cerebral. En ese caso, personas que habían adquirido el aprendizaje de la lectura ven afectada su capacidad para procesar el lenguaje escrito como consecuencia de la lesión.

    La causa exacta de la dislexia evolutiva aún no está completamente clara, pero gracias a los avances en técnicas de neuroimagen, sabemos que tiene una base neurobiológica.  Por lo que el cerebro una persona con dislexia se desarrolla y procesa la información de manera diferente en comparación con el de un lector típico.

    Es importante comprender que la dislexia es una condición que dura toda la vida, pero con una identificación temprana, apoyos adecuados y el desarrollo de estrategias efectivas, las personas con dislexia pueden superar en gran medida sus dificultades.

    El mayor reto de la dislexia es el desfase en el desarrollo de la lectura y escritura, que puede llevar a problemas académicos y emocionales si no se aborda adecuadamente.  

    Por ello, la detección precoz y el tratamiento individualizado son clave para evitar que este desfase se convierta en un obstáculo futuro. Con el apoyo correcto, las personas con dislexia pueden alcanzar su máximo potencial.

    ¿Cómo identificar dislexia?

    El diagnóstico definitivo suele producirse alrededor de los 6-7 años, una vez que el niño ha tenido la oportunidad de desarrollar las habilidades lectoescritoras. Sin embargo, esto no significa que no  podamos detectar señales de riesgo antes de esa edad y tomar medidas preventivas.  

    Es crucial dejar tiempo para que el niño adquiera el proceso lectoescritor. Si para el final de 2º de primaria el pequeño no ha desarrollado estas habilidades adecuadamente, podríamos estar ante una dificultad específica y persistente de aprendizaje, como la dislexia. En etapas anteriores, estos signos suelen referirse a un “retraso lectoescritor” o “riesgo de dislexia”.

    Algunas señales de riesgo serian:

    1. Infantil:
      • Retrasos en el lenguaje. Confunde palabras que suenan parecido.
      • Pronuncia mal algunas palabras.
      • Dificultades con actividades relacionadas con habilidades fonológicas como rimas, segmentar en sílabas, identificar sonidos.
      • Poca habilidad para aprender el nombre de series de cosas como letras o días de la semana.
      • Dificultad conceptos temporales.
      • Dificultad para afianzar rutinas y automatizar aprendizajes.
    2. Primaria:
      • Dificultad para aprender a leer y escribir, no logra afianzar los sonidos y letras.
      • Lectura lenta e insegura.
      • Errores de precisión en lectura y escritura.
      • Dificultad para aprender tablas de multiplicar o realizar cálculos o seriaciones.
      • Mala organización del tiempo.Tarda mucho en hacer deberes y el resultado es bajo.
      • Dificultades en comprensión lectora y en problemas matemáticos.
      • Baja calidad en expresión escrita.
      • Frustración, desmotivación, falta de atención y concentración.
    3. Secundaria:
      • Lectura ligeramente más lenta, puede confundir alguna palabra.
      • Baja comprensión lectora.
      • En escritura muestra errores, tildes, signos de puntuación.
      • Baja habilidad de estudio.
      • Dificultad para sintetizar.
      • Autoestima baja, problemas para socializar y sentirse integrado.

      Si se observan alguna de estas señales, lo más recomendable es realizar una valoración psicopedagógica con profesionales especializados. En esta evaluación, se analizan  los procesos implicados en la lectoescritura, así como aspectos cognitivos, funciones ejecutivas, comprensión lectora y aspectos emocionales.

      Impacto emocional y la importancia del apoyo

      La dislexia no solo afecta a las habilidades de lectura y escritura de los niños, sino que también tiene un impacto profundo en su bienestar emocional.

      El desafío constante de enfrentarse a tareas académicas que parecen fáciles para otros, pero difíciles para ellos, puede generar sentimientos de frustración, baja autoestima e incluso ansiedad.

      En este contexto, el papel de la familia es crucial para brindar apoyo y comprensión, promoviendo un entorno positivo que impulse el desarrollo emocional y académico del niño.

      Los niños con dislexia suelen compararse con sus compañeros que avanzan más rápidamente, lo que puede dañar su autoestima. Esta comparación puede llevar a sentimientos de frustración y desánimo, acompañados de ansiedad, estrés e incluso aislamiento social. En estos casos, el entorno familiar se convierte en uno de los factores más importantes para mitigar los efectos emocionales negativos de la dislexia.

      Un niño que se siente comprendido y apoyado por su familia tendrá más herramientas emocionales para enfrentar los retos de su aprendizaje. Las familias deben mostrar comprensión y paciencia, reconociendo que los niños con dislexia no son vagos ni carecen de inteligencia; simplemente procesan el lenguaje de manera diferente.

      Es fundamental fomentar una mentalidad de crecimiento, resaltando sus esfuerzos y logros, por pequeños que sean, y enseñándoles que, aunque su camino sea diferente, pueden avanzar y tener éxito.

      Dedicar tiempo a actividades que les gusten y en las que se sientan competentes también puede ayudarles a sentirse mejor consigo mismos. Además, es vital crear un ambiente de apoyo en casa y promover una comunicación abierta, donde los niños puedan expresar sus emociones, miedos y frustraciones. Saber que pueden hablar sin ser juzgados les proporcionará la seguridad y confianza necesarias para afrontar los desafíos que la dislexia pueda presentar.

      Mitos y realidades

      Mito 1: La dislexia es un problema de inteligencia.

      La dislexia no está relacionada con la inteligencia. Las personas con dislexia pueden tener un coeficiente intelectual normal o incluso superior al promedio. El problema radica en cómo el cerebro procesa el lenguaje escrito, no en la capacidad cognitiva.

      Mito 2: La dislexia se supera con el tiempo

      La dislexia es permanente, por tanto, no desaparece con la edad. Sin embargo, con un diagnóstico adecuado e intervención específica, las personas con dislexia desarrollan estrategias en sus habilidades de lectura y escritura que les permite tener éxito académico y profesional.

      Mito 3: Las personas con dislexia ven las letras al revés.

      No es cierto. Las personas con dislexia tienen dificultad para identificar los sonidos del lenguaje y para asociar esos sonidos con las letras correspondientes. Los errores de inversión como “b” y “d”, se deben a confusiones en el procesamiento visual y fonológico, no a que inviertan visualmente las letras.

      Mito 4: La dislexia es rara.

      Es bastante común. Se estima que entre el 5% y un 10% de la población tiene algún grado de dislexia. Muchos casos pasan desapercibidos y sin el diagnóstico adecuados.

      Mito 5: Los niños con dislexia son perezosos o no se esfuerzan lo suficiente.

      La dislexia no está relacionada con falta de esfuerzo, seguramente todo lo contrario. Los niños con dislexia suelen trabajar el doble de duro para poder seguir el ritmo de sus compañeros.

      Puedes contactar con Patricia Revuelta en el teléfono 678494151 o a través del Centro Mas Psicología.

      PD: Este texto está escrito con la Lexie Readable, tiene características que puede ayudar a las personas disléxicas: la b y la d no son simétricas y la g y la a tienen formas similares a las manuscritas.

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      María Pastor

      Psicóloga colegiada M-22076, experta en psicoterapia de familia y de pareja, con larga experiencia tratando niños y adolescentes.

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