Año Nuevo… ¿propósitos de siempre?

El año nuevo viene inconscientemente unido a la palabra propósito u objetivo. Y como en cada comienzo de año…. ¿propósitos de siempre?

LA NECESIDAD DE DIFERENCIAR ETAPAS

Los años van segregando nuestra nuestra vida en “ciclos” y a pesar de que nuestro tiempo es sin lugar a dudas un continuo (desde el primer día hasta el último), necesitamos diferenciar etapas, necesitamos poder marcar los “nuevos comienzos” o los finales.

Como sociedad, tenemos la costumbre impuesta de hacer balance y reflexionar acerca de lo vivido en los últimos días del año que acaba, para proponernos qué podemos cambiar o mejorar de cara al nuevo periodo que empieza. Te dejo un artículo sobre el poder de la escritura para reflexionar sobre Año nuevo…. ¿propósitos de siempre?

Vemos el año nuevo como una nueva oportunidad y esto es cierto, pero la mayoría de las veces cometemos algunos errores a la hora de ponernos objetivos. A continuación vamos a profundizar en algunos de ellos para ayudarte en tu proceso de cambio.

Errores típicos en la formulación de objetivos

Objetivos “por obligación”

La Psicología nos enseña que «solo puede cambiar (o mejorar) aquel que quiere cambiar”.

Es importante que no te pongas objetivos o propósitos por cumplir con los estándares o con lo que todo el mundo hace, porque pueden ejercer sobre ti una presión extra que quizá no necesitas.

  • Ponte uno o varios objetivos si realmente crees en ellos, si han nacido de ti y crees que te van a aportar una mejoría;
  • Aborda los objetivos de manera flexible, sin obsesionarte y en términos positivos.
  • Evita decirte a ti mismo por ejemplo: “mi objetivo es aprender a cocinar porque mi madre me obliga”, si realmente consideras que es algo importante plantéatelo de otra forma “me propongo aprender a cocinar para ser más autónomo y evitar discusiones en casa”… el lenguaje es muy importante ¡utilízalo a tu favor!

Objetivos “vacíos “

En una sociedad sumamente superficial como la que vivimos, se identifican los objetivos vacíos como aquellos que nacen de una motivación externa que probablemente no sea suficiente para que consigas el cambio.

Por ejemplo si quiero bajar de peso solo por entrar en una talla menos de pantalón, puede que sea una razón menos “potente” que cuando una persona necesita bajar de peso por algún problema de salud (diabetes, problemas en las rodillas…etc). Esto dependerá mucho de la persona, sus características y prioridades.

Asegúrate de que los objetivos que te propones sean realmente importantes para ti, tengas razones de peso para conseguirlos y estén guiados por motivación intrínseca y extrínseca.

Objetivos “demasiado exigentes” (dificultad o tiempo)

Cuando nos planteamos objetivos o propósitos concretos, tendemos a centrarnos únicamente en el resultado o recompensa final: perder 10 kilos, aprobar el C1 de inglés, publicar un libro…etc.

Tener ese objetivo final en mente es útil, visualizarlo nos ayudará a seguir luchando por conseguirlo. Pero es muy importante que no olvidemos que el proceso hasta llegar a dicho resultado será complejo y es en el que debemos de poner todo nuestro esfuerzo.

  • Muchas veces, por esa impaciencia en llegar al objetivo final, pecamos en ser demasiado exigentes con nosotros mismos y ponernos un objetivo difícil de lograr en un corto periodo de tiempo.
  • Pon tu atención en el día a día, en los pequeños pasos está la clave del cambio
  • En vez de tirar la toalla si no has conseguido llegar en el momento que habías establecido en un primer momento y reajusta el proceso

Es normal que no cumplir tus resultados en el momento que querías te frustre, pero probablemente haya pequeños cambios que puedas incorporar para seguir acercándote a ellos

Recuerda: ¡eres un humano, no un robot! Y eres tú y tus circunstancias, encuentra el equilibrio entre autoexigencia y amabilidad contigo mismo/a.

Objetivos “fantasma” y “Objetivos “reincidentes”.

En este último apartado se unen dos tipos de objetivos porque muy a menudo se dan juntos.

Los objetivos “fantasma” son aquellos con los que nos comprometemos internamente y externamente (con los demás)  en primera instancia, los pensamos, nos los repetimos… Pero no nos creemos realmente capaces de lograrlos.

Por otro lado, estos objetivos suelen ser además reincidentes, el “objetivo pendiente” con el que te llevas comprometiendo año tras año y que nunca consigues legar a cumplir.

Hay personas que se pasan muchos años (o casi toda su vida) con un objetivo fantasma en mente. Como su propio nombre indica atormenta a la persona y la hace sentir el fracaso e inseguridad. “Otro año más que no he cumplido esto, soy lo peor”, “llevo toda mi vida intentando perder peso pero es imposible”.

Muchos clientes vienen a nuestra consulta con esas ideas profundamente arraigadas en su cabeza y son el principal obstáculo que les impide avanzar.

Te proponemos que

  • Ajusta tus objetivos
  • Busca nuevas formas de abordarlos
  • Comprométete y sobre todo créete capaz de logarlos
  • No te conviertas en tu peor enemigo.

Pero una cosa ten clara: para conseguir algo que nunca has logrado, tendrás que hacer cosas que no has hecho antes.

Objetivos SMART

A la hora de plantearte tus objetivos y teniendo en cuenta todo esto, podemos seguir el método “SMART”.

Este método se creó en un principio para estrategias económicas o empresariales pero es aplicable a diversos ámbitos de la vida de las personas. Es muy utilizado a la hora de constituir un proceso de cambio.

SMART hace alusión a las características que debe tener una meta bien planteada. La meta debe ser:

  • específicas (S: specific),
  • medibles o cuantificables (M: mensurable),
  • alcanzables (A: Achievable), r
  • elevantes y realistas (R: relevant)
  • temporales o acotados en el tiempo (T: Timely).

Con todo esto, no estamos proponiendo que hagas un estudio complejo antes de plantearte un objetivo sino que cuando vayas a planificarte, para evitar un sufrimiento emocional posterior o un abandono temprano de tu meta, tengas en cuenta estas características porque con pequeñas adaptaciones de tu planning serás mucho más eficiente y eficaz en tu proceso de cambio.

Año Nuevo… ¿propósitos de siempre?

  • Antes de ponerte a tope con tus objetivos, échale un vistazo al resto de artículos del blog donde desglosamos algunos procesos característicos de la conducta humana que pueden desencadenar el éxito o fracaso de tu proceso de cambio.
  • Conócete a ti mismo/a y utiliza la información (y la ayuda profesional) para enfocarte en el proceso y el resultado y no solo este último.
  • Aprende a disfrutar de tu transformación y celebra cada micro-objetivo cumplido.

En el siguiente artículo hablaremos sobre las dificultades del proceso de cambio una vez iniciado, no te lo pierdas.

¡Nuestros mejores deseos para este año 2022!

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María Pastor

Psicóloga colegiada M-22076, experta en psicoterapia de familia y de pareja, con larga experiencia tratando niños y adolescentes.

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